Por fin
llueve, tras meses de amenazas
Por fin
llueve, nos da un respiro, un rayo de esperanza
Cae la
lluvia que alimenta, que reblandece
Que empapa,
que pudre, que enmohece
A
cualquiera
Y yo cada día
más blando, tanto que olvido
mi promesa
de no quejarme, de no hacer ruido
Me voy
pareciendo a esas personas que pagan cualquier cosa
Sin mirar
el precio mientras se pasan las horas
Hablando de
lo mal que les va
Y no hablo
de mi estaca de elefante
Y no hablo
de mi jaula de oro
Y estoy aun
en la fase
En que me
comprenden todos
Pero pronto
llegaré a esa en que me rehuyan
Denme un
cuchillo de madera
Que me
quiero cortar las venas
¿No os doy
pena?
Hay pseudos
por todos los lados y gritan
Y ni la
lluvia me los quita de encima
Dicen que
para que haya un buen encontronazo
Hacen falta
un imbécil y un descuidado
En la misma
esquina
Yo procuro
ir tuteando al día
Con miedo
al patetismo y a su lluvia
Que va
convirtiendo mis pasos en salpicaduras
Y mis
canciones en charcos a oscuras
Que hay que
evitar
(L.C.Crespo Aguirre, 2018.03.04)
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